RdS_13/01/2013

Pensiones para el futuro

¿Cómo mejoramos las pensiones para el futuro? Esta es la pregunta del millón para muchos de los trabajadores salvadoreños, para quienes la respuesta que como sociedad le demos es crucial para el futuro de nuestra población y particularmente para nuestras familias.

Comentábamos en un artículo anterior que a partir del año 2017, las mujeres (al cumplir 55 años), y a partir del año 2020, los hombres (al cumplir 60 años), financiarán el pago de sus pensiones con el saldo que tengan acumulado en su cuenta de ahorro para pensiones (incluyendo el Certificado de Traspaso, en caso hubieran cotizado en el ISSS y /o INPEP.

Sin embargo, nuestro país aún enfrenta varios años en los que deberá honrar los compromisos que se adquirieron con un amplio contingente de la población que alguna vez cotizaron al ISSS e INPEP, aspecto que explicamos en los artículos previos y que es claramente un reto importante para El Salvador.

Pero de cara a las futuras generaciones también se enfrentan enormes retos en el sentido del nivel de pensiones a los cuales aspiramos en contraste con el nivel de pensión que podrá otorgarse a partir de las actuales condiciones de inversión de los ahorros previsionales de todos los salvadoreños.

Solo existen dos variables que pueden impulsar el crecimiento de los montos de las pensiones en nuestro Sistema: ahorrar más y que ese ahorro gane más. De estos dos aspectos, la variable que tiene mayor impacto es la rentabilidad que generan las inversiones de los ahorros de los afiliados, de acuerdo con las proyecciones que periódicamente se realizan por parte de la industria de pensiones en el país.

De acuerdo con los resultados y experiencia chilena y de otros países en los que funcionan sistemas similares al salvadoreño, un punto adicional de rentabilidad acumulada durante 25 años tiene un impacto de una mejora del 25 % en el monto de la pensión. En este sentido, es importante revisar las posibilidades de generación de rentabilidad del esquema de inversiones que funciona y está legislado en El Salvador.

Como se ha explicado en varias ocasiones, las inversiones que actualmente se realizan con los ahorros de los salvadoreños están sobre todo orientadas a pagar las pensiones del antiguo sistema previsional con lo cual casi el 53 % del dinero de los actuales cotizantes se invierten en los títulos que emite el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP), devengando tasas de interés muy muy por debajo de las que se obtienen en otras opciones de inversión no obligatorias.

Ampliar y desarrollar el régimen de inversiones para alcanzar la más alta rentabilidad para los casi $7 mil millones de dólares acumulados en los fondos de pensiones es una de las tareas más importantes que tenemos como país, lo cual pasa por una reforma de ley que tenga como fin único entregar mejores beneficios para el futuro de nuestros trabajadores y trabajadoras.