Casi todos los trabajadores salvadoreños tienen obligaciones que cubrir relacionadas con la manutención de sus familias. Normalmente, la mayor parte del salario es utilizado para alimentar, vestir, educar y mantener saludables a sus familias.
Sabiendo que existen obligaciones familiares que cumplir, cabe preguntarse ¿por qué me descuentan mensualmente de mi salario las cotizaciones para las AFP? ¿Qué beneficios me ofrecen a cambio del pago de mis cotizaciones?
La razón principal por la que es necesario cotizar a una AFP es porque la mayor parte de ese dinero, junto con los aportes que realizan los empleadores, se destina a una cuenta de ahorro que es propiedad exclusiva del trabajador y en la que se va acumulando dinero que servirá en el futuro para financiar pensiones por vejez, invalidez o en caso de que fallezca, pagar pensiones por sobrevivencia a sus familiares.
Un ahorro para los años futuros
Esto es muy importante porque todos debemos estar conscientes de que tanto los trabajadores como sus familias requerirán ingresos para cubrir sus gastos de vida durante su vejez, o incluso siendo jóvenes, si no pueden trabajar a causa de la invalidez o que fallezcan a causa de enfermedades o accidentes comunes.
Por eso se afirma que, aunque una persona sea joven y goce de buena salud en la actualidad, debe tener presente que cuando sea un adulto mayor y no pueda trabajar, le será de mucha utilidad haber cotizado durante todos los años que laboró, ya que con sus ahorros se financiará el pago de la pensión que le permitirá cubrir sus gastos de vida durante su retiro.
También el trabajadores debe considerar que a causa de una enfermedad o accidente inesperado, que puede quedar inhabilitado para seguir trabajando y requerir una pensión invalidez. Más aún, puede darse el caso de que sea tan grave la enfermedad o el accidente, que le cause la muerte y, sin una pensión por sobrevivencia, su familia enfrentaría grandes dificultades por haber perdido su fuente de ingreso.
Dinero que no se puede gastar
Por ello, es importante que cada trabajador sepa que el dinero que va acumulando en su cuenta es de su propiedad exclusiva, y únicamente se puede destinar para pagar pensiones por vejez, invalidez o sobrevivencia a él o su grupo familiar.
Es claro entonces que las cotizaciones que se hacen a las AFP son un sacrificio que vale la pena, ya que el dinero que hoy se ahorra, rendirá beneficios al trabajador y su familia, en los momentos en que más lo necesiten.