Primero lo primero. A-F-P son las siglas de Administradora de Fondos de Pensiones. Como su nombre lo indica, las AFP son las instituciones financieras que se dedican a gestionar los ahorros previsionales de los trabajadores y otorgarles las prestaciones y beneficios establecidos en la ley.
En El Salvador, el Sistema de Pensiones se basa en un sistema de capitalización individual en el que cada trabajador tiene una cuenta de ahorro y es a esa a la que cotiza cada mes.
Las AFP son las que incorporan a los trabajadores al Sistema de Pensiones a través de la apertura de su cuenta individual y tienen el deber de registrar en ella el dinero cotizado a nombre del afiliado, tanto la retención al empleado como el aporte del empleador.
Para garantizar que el trabajador tenga más recursos al momento del retiro laboral, las AFP están encargadas de invertir el dinero en una variedad de activos como acciones, bonos, instrumentos de deuda y otros instrumentos financieros con distintos niveles de riesgo y objetivos. A los intereses generados por la inversión del ahorro se le denomina rentabilidad y ésta también se acredita directamente en la cuenta de cada afiliado.
Las AFP también ofrecen servicios de asesoramiento financiero a sus afiliados, les brindan información sobre sus cuentas (a través de un estado de cuenta) y les gestionan todo trámite en el Sistema de Pensiones. Adicionalmente, algunas tienen programas sociales como clubes de pensionados y de voluntariado, y otros más comerciales con descuentos u otro tipo de productos financieros como Fondos de Ahorro Previsional Voluntario (FAPV).
Aunque son empresas privadas, las AFP no actúan arbitrariamente. Todas las actividades como administradoras de los ahorros de los trabajadores están definidas en la Ley Integral del Sistema de Pensiones (LISP), sus Normas Técnicas y reglamentos aplicables. Además, son supervisadas diariamente por la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) y reguladas por el Banco Central de Reserva (BCR).