Cuando se acerca la edad de retiro, es natural que los trabajadores se planteen preguntas sobre el cálculo de su pensión, el monto al que tendrán derecho y si será temporal o permanente hasta el final de sus días.

En El Salvador, para pensionarse por vejez, se establecen edades específicas: 55 años para mujeres y 60 años para hombres. Además, se requiere un mínimo de 25 años de cotizaciones. Una vez cumplidos estos requisitos, se adquiere el derecho a la pensión por vejez, pero la decisión de solicitarla es personal.

De acuerdo con la ley, el resultado de este cálculo debe ser igual o superior al monto de la pensión mínima vigente en El Salvador, que actualmente es de US$304.17. Si el cálculo arroja un valor inferior, el monto de la pensión se ajusta a este mínimo y, si la persona no ha realizado anticipos de saldo o ya los ha cancelado, se aplica un incremento del 30% al resultado para establecer el monto definitivo de la pensión mensual.

Es importante destacar que aunque la fórmula utiliza el saldo de la cuenta al momento del cálculo y la proyección de rentabilidad futura para garantizar el pago de las pensiones durante 20 años, esto no significa que el derecho a la pensión finalice al cumplirse ese tiempo.

La pensión por vejez es vitalicia y, desde 2017, se estableció como un derecho estable. Esto significa que, incluso si el saldo de la cuenta individual de ahorro de un pensionado se agota, seguirá recibiendo la misma pensión hasta su fallecimiento. La única diferencia es que, a partir del agotamiento del saldo, el pago de las pensiones se financiará con recursos de la Cuenta de Garantía Solidaria, asegurando que el afiliado siga disfrutando del mismo monto de pensión.

En resumen, el Sistema de Pensiones en El Salvador garantiza el cálculo y el pago de una pensión adecuada para aquellos que se encuentran cerca de la edad de retiro. Asegurando que, una vez cumplidos los requisitos, podrán disfrutar de una pensión vitalicia que les brinde seguridad y tranquilidad en esta etapa de sus vidas