Quizá, como la mayoría de los trabajadores que se encuentran empleados, sabes que cada vez que te pagan te retienen una parte de tu dinero “para la AFP”, pero ¿sabes cuánto y por qué y para qué?
En primer lugar, debes saber que ese dinero va directamente a una cuenta de ahorro que está a tu nombre en la AFP que te encuentras afiliado. Cotizar al Sistema de Pensiones es una manera de cuidarte a ti mismo. Ahorras parte del dinero que ganas actualmente como trabajador activo acumulándolo para tener recursos para cuando ya no puedas trabajar, ya sea por edad, una enfermedad o un accidente común.
De acuerdo con la Ley, todos los trabajadores que ingresan al mercado laboral como empleados dependientes deben afiliarse al Sistema de Pensiones y cotizar cada vez que reciban un salario. Estas cotizaciones, junto con una parte de los aportes de los empleadores, se destinan a la cuenta de ahorros para pensiones que es propiedad exclusiva del afiliado.
¿Cuánto? El porcentaje del salario que cotizan tú y tu empleador es del 16 % de tu ingreso mensual.
¿Quién pone ese dinero? Pues, poco menos de la mitad, un 7.25 %, se te retiene a ti y va íntegramente a tu cuenta individual de ahorro para pensiones; mientras que el 8.75 % restante está a cargo de tu empleador y se utiliza una parte para tu ahorro (1.75%), otra parte para el fondeo de la Cuenta de Garantía Solidaria (6%, que garantiza que seguirás recibiendo pensión, aunque se agoten tus recursos personales) y otra para pagar a la AFP (1%) por la administración de tu cuenta.
Dada la importancia que tiene encontrarse cotizando, es tu responsabilidad estar pendiente de tu ahorro. Al ser dueño exclusivo del ahorro, tienes la libertad de revisar de forma regular el Estado de Cuenta que te envía tu AFP o que puedes consultar a través de su página web o App. En el Estado de Cuenta podrás verificar que en tu cuenta se registren todos los aportes realizados (los tuyos y los de tu empleador) y además conozcas la rentabilidad que tu ahorro te ha generado.